“ Y me 
metes  tu mierda en el  hocico , a los ignorantes y a los
corrompidos, a los gregarios  y a los
serviles, a los que has dormido con 
tele  mala  y con ansiolíticos, para quitarnos lo poco
que hemos conseguido “
( extracto de la canción ISLAMABAD  de LOS PLANETAS)
GREGARIOS
Y SERVILES 
Hace tiempo que no uso cucharilla para
el café.  Añoro esa inercia sin sentido,
unas cuantas vueltas a voluntad y ese final absurdo y magnífico de aprendiz de
campanero.
Quiero tomarme  el 
tercero de la mañana . No puedo redondearlo con ese doble tic-tic en
el  borde de la  taza. La serenidad se impone  a esos sentimientos zombis que se amontonan a
las puertas de mi mente. Compañero, ya sabes lo que  pasa 
cuando los  dejas entrar. No hay
ninguna duda de que  el  tercero debe ser descafeinado. Sin darme
cuenta he empezado a escribir.
Leo en la  Tablet de que Guillermo del Toro  ha 
ganado en León de Oro a la mejor película  en el último Festival de Cine de  Venecia. Medio sonrio. Le sigo desde la
primera parte de  Hellboy  y no puedo  
evitar de que me caiga bien. Esa idea de que un demonio  sea “ el bueno” es paranoicamente coherente.
Los ángeles nunca  hacen  nada por nadie. Sólo observan, juzgan y
amenazan desde ese  cielo que ningún
sensato ha visto  jamás. Quien no se  moja no se equivoca. Joder ( pienso) alguien
tiene que  hacerlo….
Encuentro algo de  debilidad en mis  argumentos. Sé que  tengo la razón pero es muy fácil rebatirme.
Todos con  cascos y escudos, cómodos en
su papel de gregarios  y serviles,
siempre desde la  barrera, amparados por
la ley, cada uno de ellos bendecido  y a
la  vez atemorizado  por 
sus respectivos y particulares 
Dioses.
Ningún atisbo de  rebelión. Me siento desprotegido. Mi única
esperanza  es seguir  escribiendo y ser descubierto un día por
alguien ( aunque sea uno solo)  y que
éste me adscriba, con dignidad y respeto, sin ningún  tipo de ampulosidad ni aspaviento, en el invisible
ejército de los  valientes.
Ayer insistí a mi hijo  mayor 
que la cultura es la única arma que 
puede protegernos de cualquier  tipo
de  violencia y la única que nos puede
enseñar a no usarla. No le expliqué  que también
puede  resultar mortalmente  aburrida y que  tampoco es muy recomendable  convertirse en el hijo único de Pessoa. Debe
saber identificar los motivos y también esconderlos, formar parte del juego, y
sobre todo , jugar….
El descafeinado no me ha hecho ni cosquillas.
Le echo la  culpa de mi inconsistencia
para ocultar la  verdad. Soy un
irremediable  gandul.
Recurro a  Oscar Wilde para que mi  tercera dosis de cafeína tenga alguna excusa
válida. Decía el  genio irlandés que “
las tentaciones se han creado  para  caer en ellas”
Mientras dudo  me asaltan las frases como  si 
fueran un último suspiro de lucidez. Escojo ésta: “La diferencia entre
los vivos y los inadvertidos es que los primeros intentan gestionar, como
pueden, las consecuencias de lo que todos los otros llaman pecados. Los
segundos son unos putos y simples mirones.
Al final he decidido no  tomarme el 
café. He quedado satisfecho con el último párrafo y debo dejarlo aquí.
Queda por escribir la esperanza de
que  alguien haga por mi cualquier cosa
sin  haber que pedírselo. Esa es la parte
más desconocida y egoísta de mi mismo, 
un ludópata de los  sentimientos
que , únicamente por  y para ellos,
necesitará siempre seguir escribiendo.
 
 
Como iría de bien el mundo si tu hijo mayor junto con todos los hijos mayores que existen, entendieran que la cultura nos puede llegar a proteger de la violencia y de muchas otras cosas. Puede ser aburrida pero esta aburrimiento puede producir un gran placer. Adelante con tu ganduleria, que sea por muchos años que te permita escribir estos razonamientos
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