LAS ESTRELLAS DE CALIFORNIA
Al  ponerse en pie Woody se sintió incómodo. Su abogado había insistido mucho  en que un  buen traje  rebajaba cualquier pena  al menos en un  tercio. 
Los puños de  su camisa blanca  superaban las mangas de su  chaqueta. Se vio a si mismo como  un paleto  en un circo pueblerino, expuesto a cualquier  tipo de escarnio.
Intentó distraer su  cabeza  antes de que el juez Jones leyera en voz  alta su sentencia. Estaba sentado en  aquel pedestal circense, flanqueado  por  todos sus símbolos más temidos: banderas, escudos y crucifijos.
A la voz pomposa y amenazante de "todos en pie", Woody  inclinó su cabeza  en dirección hacia el hondo abismo, más allá del suelo. Era  su forma de  resignarse, de sentirse abandonado  por el sentido común, de estar en manos de tontos reprimidos que seguían órdenes de otros tontos que a  su vez , además, eran furiosamente destructivos .
Sabía que el delito por el que era juzgado no le llevaría a la cárcel, muy a pesar del juez Jones. Llevaba escrita  una sentencia de muerte en su mirada para cada  uno de aquellos díscolos subversivos que se atreviesen a poner en entredicho  su autoridad . La inteligencia era por definición secesionista y no estaba permitida. El miedo siempre  ha sido la última causa del poder.
En el  breve instante que medió entre el silencio y el  veredicto, Woody pensó en su querida esposa Sarah.  Se había pasado dos  fines de semana  enteros preparando los carteles que su esposo  colgaría  por todos los escaparates, muros , paredes y farolas del vecindario-
Eran cien fotocopias de papel reciclado,  presididas con orgullo por el dibujo con el que, su hijo Billy  , había ganado  el concurso escolar : "Pintemos el cielo con nuestras estrellas de California".
Como que estábamos en el mes  de  mayo , y los  hombres del  tiempo  habían descartado lluvias en quince días, Woody  había convocado reunión vecinal en Kennedy Square, prometiendo  los famosos "limonada a la menta"  y "té helado de  moras" de la Sra Jenkins, irresistiblemente célebres.
El tema de la reunión era muy sencillo: ¿ Petunias o Geranios?. En efecto, una extraña enfermedad se había cebado con todas las  flores  de las  macetas  que separaban peatones  y vehículos a lo  largo de  toda la Avenida Kennedy. 
Inició su parlamento exponiendo que era una lástima que , quedando aún cinco meses para que llegara el frío , la Avenida perdiera ese colorido alegre y jovial que alentaba el paseo  hasta a los más tóxicos y pesimistas del lugar.
El ambiente de la reunión era pacífico, alegre  y distendido. Iban  ganando los  geranios  por robustez  y señorío . Sus detractores , los defensores de las petunias, se habían jugado varias cervezas de que los  geranios no llegaban a octubre.
Cuando Woody interrumpió el debate  y pidió el voto a mano alzada de los concurrentes, llegaron dos coches de policia, que iluminaron la plaza como una verbena de  verano.
El Sheriff Wayne bajó del coche  y ordenó a  todo el mundo que recogiera  y se  fuera para su casa. Algunos  vecinos  sin determinar le  silbaron mientras otros le preguntaron por qué debían irse si no estaban haciendo  daño a nadie. " Un vecino nos  ha dicho que no puede dormir", les contestó.
Woody le empezó a aplaudir con una sonrisa innegociable en su  rostro.-"Venga Sheriff, no se preocupe, que con el dinero de la limonada y el té pagaremos  nosotros los geranios" LLovieron  carcajadas...
Mira estúpido engreido: la reunión es  ilegal porque no me la habeis pedido. Si la reunión es ilegal el  voto es ilegal  y por último será nuestra Señora Alcaldesa quien decidirá si serán petunias o geranios .
Woody le contestó con sorna y cachondeo: Uf eso será  imposible: Cuando no preside desfiles,está poniendo medallas y cuando no está poniendo medallas está rezando por  todos nosotros. Estallaron los aplausos.
El Sheriff  se hartó  y esposó a Woody metiéndole de mala  manera en el coche.
 Incrédulo , Woody citó a Bob Dylan : "Llegará el día en que incluso vuestro propio jardín irá en contra de la ley( Union Sundown).
El juez lo castigó con una pena de prisión de  dos meses que conmutó por una multa de dos mil dólares por  falta de antecedentes.
Woody estrechó la mano de  su abogado  y abrazó  con una ternura distante a su esposa Sarah. No quería transmitirle tanta desolación
Cuando salió del juzgado, ningún vecino le estaba esperando
CALIFORNIA STARS
Me gustaría
recostar mi
pesada cabeza
esta noche
sobre un lecho
de estrellas de California
Me gustaría
reposar mis
cansados huesos
esta noche
sobre un lecho
de estrellas de California
Me gustaría
sentir
tu mano tocando
la mía
diciéndome por
qué
tengo que seguir
trabajando
Sí, daría mi
vida
para apoyar mi
cabeza esta noche en un lecho
de estrellas de
California
Me gustaría
soñar
que mis penas se
alejan
desde un lecho
de estrellas de California
Saltar de mi
cama de estrellas
empezar otro día
bajo mis
estrellas de California
Cuelgan como
uvas
de parras
relucientes
y calientan el
vaso de los amantes
como un vino
amistoso
Así que daría
este mundo
sólo por soñar
un sueño contigo
en nuestro lecho
de estrellas de California
 
 
Ya ha llegado el día en que, como dijo Bob Dylan "Nuestro propio jardín esta fuera de la ley". Por desgracia pocos serán los vecinos que esperaran a la salida.
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