XI
Es   una mañana de pereza  y remordimientos. Apaga la   calefacción. 
Sus zapatillas de  felpa,
suaves  y sin ruido, vuelven al despacho.
No quiere calcetines. Le gusta tocarse 
los pies  mientras está sentada,
con  una pierna  encima de la 
otra, hasta  que una  se  
cansa, y la otra le pide  el  relevo .
La
multipantalla del ordenador hierve. Es  un
cruce de  Shibuya  de comentarios,  consultas,  propuestas  , solicitudes de conexión. Parece  el santuario de la implicación. Imagina  todas esas 
manos acercándose  al teclado,
garras   hambrientas de cacería, al
acecho de cualquier  desliz, de cualquier
debilidad, preparadas  para  lucirse.
Con
cuatro  estocadas  ,fáciles 
pero  precisas, todos   saben 
que  sigue  conectada. Intenta  mover 
otra  vez a  la muñeca hawaiana,  pero ésta 
sigue  sin  querer 
bailar.
La
pereza  se  ha  
entrometido . Viene  acompañada de
una  lucidez incómoda a la que debe
controlar. Su vida  está bien  así. No puede 
permitirse ningún  viento que la pueda  cambiar.
Pero
la muy cabrona sigue  ahí, diseccionando
los  motivos a los que se  debe 
tanta profesionalidad.
La
memoria le   hace una selección de
rostros inventados . Los   va pinchando
en un mural improvisado. Allí  están los aburridos  mediocres, los  competidores 
enfermizos, los  nuevos esclavos  drogados por 
su  ego, los miedosos, los
débiles,   los 
adictos  a los  rebaños, los  sirvientes 
de la inercia y algunos pocos  que,
a ratos,  parecen ser libres.
Sabe  perfectamente 
qué  grupo  es  el
suyo, pero la lucidez  tampoco  es  tan
estúpida  como para desvelar secretos. Es
hora de volver a disimular. Solicita  a
un  compañero  que 
le  suba a  la 
nube unos documentos que no 
necesita  para   nada. Mientras  espera, vuelve a  tocarse 
los  pies. Le  gustan así, casi fríos-.
EL
VIENTO  NOS  LLEVARÁ
(
Les vent nous  portera- Noir Desir)
(
versión Sophie  Hunger)
No le tengo miedo al camino,
Habrá que ver,
Habrá que ver,
habrá que probar,
los meandros del hueco de la espalda
y todo estará bien.
El viento nos llevará.
Tu mensaje a la Osa Mayor
Y la trayectoria del viaje
Un instante resplandeciente
Incluso si no sirve para nada
El viento triunfará.
Todo desaparecerá pero
El viento nos llevará.
La caricia y la metralla
Y esta herida que nos lastima
Los palacios de otras épocas,
De ayer y de mañana,
El viento los llevará.
  
La genética a la espalda
Los cromosomas en la atmósfera
Los taxis para las galaxias
¿Y qué paso con mi alfombra mágica?
El viento triunfará.
Todo desaparecerá, pero
El viento nos llevará.
Este perfume de nuestros años muertos
Aquello que puede tocar a tu puerta
Una infinidad de destinos
Eligimos uno
los meandros del hueco de la espalda
y todo estará bien.
El viento nos llevará.
Tu mensaje a la Osa Mayor
Y la trayectoria del viaje
Un instante resplandeciente
Incluso si no sirve para nada
El viento triunfará.
Todo desaparecerá pero
El viento nos llevará.
La caricia y la metralla
Y esta herida que nos lastima
Los palacios de otras épocas,
De ayer y de mañana,
El viento los llevará.
La genética a la espalda
Los cromosomas en la atmósfera
Los taxis para las galaxias
¿Y qué paso con mi alfombra mágica?
El viento triunfará.
Todo desaparecerá, pero
El viento nos llevará.
Este perfume de nuestros años muertos
Aquello que puede tocar a tu puerta
Una infinidad de destinos
Eligimos uno
¿y qué es lo que queda?
El viento triunfará.
Mientras que la marea sube
Y cada quien rehace sus cuentas
Llevo al hueco de mi sombra
El polvo de lo que tu eres
El viento se los llevará
Todo desaparecerá, pero
El viento nos llevará
El viento triunfará.
Mientras que la marea sube
Y cada quien rehace sus cuentas
Llevo al hueco de mi sombra
El polvo de lo que tu eres
El viento se los llevará
Todo desaparecerá, pero
El viento nos llevará
 
 
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