CUARENTENA XII- WAXAHATCHEE-SILVER

XII

Clic, botón de apagado.  Sus dedos  recorren el ribete  blanco de  su pijama. Descienden lunas  y estrellas desde  su cuello, precipitándose a las breves colinas de sus  pechos. Anárquicas sin propósito, dibujando  distintos  cielos  en los que entretenerse , paisajes  de pensamientos, resquicios de una  soledad, a veces  necesaria.

No son  los   recuerdos  los  que  la asaltan de improviso.  Siempre  menospreció a los  nostálgicos, a los  que no logran soltarse de una época, que  sólo recuerdan a  

fragmentos.

El pasado es un óleo de brumas devastador en el que todo  el mundo está difuminado  y  perdido. Retocan escenas  y las  enmarcan con  canciones, y cuelgan  todas  esas  películas  horrorosas en sus  discursos , rancios y caducos, alérgicos a  cualquier  cambio, huérfanos de cualquier mínimo progreso.

La semana  pasada  fue la comidilla  del grupo  de  trabajo  cuando , en un  desliz  que tuvo, demasiado cercano a la  siesta, reconoció que le  gustaba  una chica que tenía  quince  años  menos que ella .

Antes de que   pudiera  contextualizar  ese  comentario, impropio  de  su  rica  sintaxis, la invadieron las frases más  estúpidas y bochornosas que   había  escuchado   jamás .

Las recomendaciones de almeja fresca le  parecieron soeces,  infantiles  y de  recorrido  corto. Hubo otras reacciones de  exaltación  del  lesbianismo militarizado, histérico y aniquilatorio que  le hicieron entrar  la risa  tonta. Pero las que más  miedo  le  dieron fueron  las de agradecimiento, ánimo y comprensión .

Todo el mundo  necesita  inventarse  historias, incluso las  suyas propias. Y con unas sencillas  pistas, les   bastan  y les  sobran…

Suelta sus dedos del pijama negro, de  lunas y estrellas, con dos pasos fronterizos de hilo blanco que descienden a sus pechos,  sin ningún vértigo.

Se pregunta  si va  vestida para un   Rock & Roll y se contesta  que  sí, que  las buenas  guitarras  siempre   van por dentro.

Se llama Waxahatchee y , como mínimo, tiene  quince años menos .

SILVER

( Plata- Waxahatchee)

Me miro a mi misma
Todo el mundo sigue girando
Sali de la tormenta
Pensé que sentí

Como se  quemaba  mi casa

El beso en mis labios
Empiezo a sentirme extraña
Una parte de mi se pudre
Toda mi piel se hace plateada

Tú me cuentas una historia clásica
Asfixiada debajo de la formalidad
Retrataré esa vieja carpeta afelpada

Puedes  acercarte a  mi

Si me convierto en piedra
Todo el mundo sigue girando
Sali de la tormenta
Y nunca voy a regresar