Rellegeixo la serenor amb espurnes de piano. M´hipnotitza la tendresa de les sabatilles penjant del sofà i una cara que es gira i em pregunta: ja vols sopar amor?.
No puc dir-li res que no sàpiga, ni res que no m´hagi ja perdonat amb el seu silenci. Sembla que em vulgui dir que només la bondat ens deixa continuar endavant.
Masses llops salvatges no tolerarien la senzillesa del seu discurs , sense retrets, sense remoure la merda que a tots ens esquitxa . Són una colla d´ignorants
Mai vas llegir com el Leonard deia que l´amor és l´única màquina per poder sobreviure .
Però jo arreplego tots els t´estimo que has après a no dir per deixar-los fer en cada esforç que fas per mi. I sé que sóc, de llarg, la persona més rica del món
Gràcies Montse
Podeu escoltar Myrna Loy en el minut 54 .- Una autèntica delicia
MYRNA
LOY
Déjame
quedarme contigo un rato y contar viejas y viejas historias.
De tu risa a menudo eléctrica y tus encantos.
Cómo saliste de Montana con un cachorro de lobo pisándote los talones
Y un conejo blanco como la nieve acurrucado en tus brazos.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
De tu risa a menudo eléctrica y tus encantos.
Cómo saliste de Montana con un cachorro de lobo pisándote los talones
Y un conejo blanco como la nieve acurrucado en tus brazos.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Recuerda,
hey, esos días de la Fiebre del Oro son el polvo de oro en el barro.
Desde Main St. que conduce hasta Alder.
Con la puesta de sol se volvió el color del rubor de una amante.
Y con la salida de la luna, ardía un río nuevo y plateado.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Desde Main St. que conduce hasta Alder.
Con la puesta de sol se volvió el color del rubor de una amante.
Y con la salida de la luna, ardía un río nuevo y plateado.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
El
ministro estaba sin sangre y los predicadores estaban en llamas.
Y los mahātmās cantaron sus canciones de amor en capuchinas.
Pero si él, o ellos, o alguno de sus maestros, me llamaban
Estaba en tu santo templo y nunca los oí.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Y los mahātmās cantaron sus canciones de amor en capuchinas.
Pero si él, o ellos, o alguno de sus maestros, me llamaban
Estaba en tu santo templo y nunca los oí.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Recuerda,
hey, esos días de la Fiebre del Oro, un último salón de fantasmas de
oportunidad.
Y tú, y yo, y todos los mineros mirando.
Mientras las sombras bailaban a través de una pantalla tan silenciosa como la luna.
Sin sonido si estás resignificando todas las cosas.
Toda la ciudad estaba viva esa noche mientras flotábamos por la calle.
A través de peleas de puños, policías de vaqueros, mujeres de salón.
Y la luz del proyector pareció crecer dentro de tu alma.
Como un viejo pájaro cantor de garganta de toro en su prisión.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Y tú, y yo, y todos los mineros mirando.
Mientras las sombras bailaban a través de una pantalla tan silenciosa como la luna.
Sin sonido si estás resignificando todas las cosas.
Toda la ciudad estaba viva esa noche mientras flotábamos por la calle.
A través de peleas de puños, policías de vaqueros, mujeres de salón.
Y la luz del proyector pareció crecer dentro de tu alma.
Como un viejo pájaro cantor de garganta de toro en su prisión.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad
Están destruyendo las
películas ahora, no una piedra sobre una piedra
Todo el polvo es polvo, no importa cuán celestial.
Pero yo, que probé jugo de avispas y miel en la rosa.
¿Podrías sobrevivir a todos sus homenajes fríos?
Todavía de vez en cuando, a veces, cuando el cielo nocturno se vuelve tan brillante.
Y ningún Belén de estrellas podría igualar su ardor.
Salgo a los campos hasta que puedo sentirte a mi lado.
Y mi memoria es un libro de oro abierto.
Y montaste un caballo blanco, la reina de la cosecha besó tu mejilla.
Todos los chicos miraron una vez y encontraron que ya no podían hablar.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad