sábado, 6 de julio de 2019

JOSH RITTER MYRNA LOY


Rellegeixo  la serenor amb espurnes de piano. M´hipnotitza la tendresa de les  sabatilles  penjant del  sofà i una cara que es gira i em pregunta: ja vols sopar amor?.

No puc  dir-li res que no sàpiga, ni  res  que no m´hagi ja perdonat amb el seu silenci. Sembla que  em vulgui  dir  que només la bondat  ens deixa continuar  endavant.

Masses  llops   salvatges no tolerarien la senzillesa del seu  discurs , sense  retrets, sense  remoure la merda que a tots ens  esquitxa . Són una colla d´ignorants

Mai vas  llegir  com  el  Leonard deia  que l´amor  és  l´única  màquina  per  poder  sobreviure .

Però jo arreplego tots els  t´estimo que  has  après a no dir per deixar-los   fer en cada  esforç que  fas  per mi. I sé que sóc, de llarg, la persona  més rica del món

Gràcies Montse




Podeu escoltar Myrna Loy en el minut 54 .- Una autèntica delicia





MYRNA LOY


Déjame quedarme contigo un rato y contar viejas y viejas historias.
De tu risa a menudo eléctrica y tus encantos.
Cómo saliste de Montana con un cachorro de lobo pisándote los talones
Y un conejo blanco como la nieve acurrucado en tus brazos.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad

Recuerda, hey, esos días de la Fiebre del Oro son el polvo de oro en el barro.
Desde Main St. que conduce hasta Alder.
Con la puesta de sol se volvió el color del rubor de una amante.
Y con la salida de la luna, ardía un río nuevo y plateado.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad

El ministro estaba sin sangre y los predicadores estaban en llamas.
Y los mahātmās cantaron sus canciones de amor en capuchinas.
Pero si él, o ellos, o alguno de sus maestros, me llamaban
Estaba en tu santo templo y nunca los oí.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad

Recuerda, hey, esos días de la Fiebre del Oro, un último salón de fantasmas de oportunidad.
Y tú, y yo, y todos los mineros mirando.
Mientras las sombras bailaban a través de una pantalla tan silenciosa como la luna.
Sin sonido si estás resignificando todas las cosas.
Toda la ciudad estaba viva esa noche mientras flotábamos por la calle.
A través de peleas de puños, policías de vaqueros, mujeres de salón.
Y la luz del proyector pareció crecer dentro de tu alma.
Como un viejo pájaro cantor de garganta de toro en su prisión.
En la oscuridad, en la oscuridad.
En la oscuridad


Están destruyendo las películas ahora, no una piedra sobre una piedra 

Todo el polvo es polvo, no importa cuán celestial. 
Pero yo, que probé jugo de avispas y miel en la rosa. 
¿Podrías sobrevivir a todos sus homenajes  fríos?
Todavía de vez en cuando, a veces, cuando el cielo nocturno se vuelve tan brillante. 
Y ningún Belén de estrellas podría igualar su ardor. 
Salgo a los campos hasta que puedo sentirte a mi lado. 
Y mi memoria es un libro de oro abierto.
Y montaste un caballo blanco, la reina de la cosecha besó tu mejilla. 
Todos los chicos miraron una vez y encontraron que ya no podían hablar.
En la oscuridad, en la oscuridad. 
En la oscuridad