miércoles, 10 de mayo de 2017

Déjame vivir con alegria- Nacho Vegas -Vainica Doble



Decia el filósofo Julius Vanderberg que muchos  hombres sufrían el síndrome crónico del “higo chumbo”  que para aquellos  incautos se les debe advertir de que se trata de una  fruta preciosa y  más que apetecible  pero  cuyas  espinas  son infinitas e  invisibles .   

Para evitar que el monstruo se transforme   en un  higo chungo sólo  caben  tres  soluciones  posibles.

1.- Mirarlos en plan museo vaticano  y rezar y rezar  por ellos   

2.- Comerlos cuando su dueño te lo ofrezca bien peladito y limpito

3.- Descojonarse de  risa  y  cantar con  cerveza esta  canción ( no seais mamones  y darle al play joder que  vale la pena)






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