sábado, 29 de agosto de 2020

CUARENTENA XXXIII-BE A GOOD HEART-JOSH RITTER

                                                                

XXXIII


La noche ya está aquí. No tiene hambre. La persiana del badulaque de Amir se estrella contra el suelo y del comedor desaparece el reflejo de luz blanca de la tienda. Pensaba que no cerraría nunca.

Se acerca al balcón y en  la penumbra espía  a su  vecino. Sospecha  que esos  horarios  infringen algún tipo de ley y que, quizás un día  , envíe  una  denuncia anónima a  inspección de trabajo para que lo sancione sin compasión. Deberían  estar siempre por debajo de ella,  a su  servicial vasallaje , sin derecho a  prosperar más allá de una vida reducida a  dormir , comer y trabajar. Lo  justo  e   imprescindible para que no se quieran marchar a  otro país. Que siempre   tenga  el privilegio, más que  merecido, de  una  baguette a  las  diez de la  noche.

Amir la descubre en su maquiavélica conspiración  y la saluda , siempre   con una  sonrisa. No es tonto y sabe  que es lo que ha de hacer. Nadie  debe ni siquiera  sospechar que es plenamente consciente de que no le quieren  , pero que le  necesitan. 

Se cabrea  por la  mala suerte de  haber nacido en un país igual de  injusto que este. Donde las oportunidades se decapitan  por el mismo  miedo de perder  ese supuesto derecho natural que  se han inventado para legitimar su despotismo y crueldad.

Algunos lo llaman patria, otros lo llaman orden social contra la delincuencia Los más cobardes se desmarcan llamándole  fascismo. Todo es mucho más  simple. Desde el inicio de los  tiempos, cualquier  tipo de  prosperidad necesita  esclavos.

Amir llegará a su casa, que ella se imagina como un cuchitril compartido y cochambroso, con olor de suciedad al curry. Dejará que lo sirvan y nadie discutirá sus decisiones. Como buen machista , no necesitará explicaciones a  su silencio y se irá a dormir. 

Ella compadece tímidamente a  su mujer. Pero en realidad le agradece su sumisión y conformismo, la imposibilidad de  cualquier revuelta.

Besará a sus  hijos  y éstos lo abrazarán sin preguntarse los motivos. Tendrá miedo de cómo les irá la vida pero no se lo  dirá. Recibirá  el cariño y se lo guardará como gasolina para creer en un milagro que probablemente nunca suceda








                                                                     Sé un corazón bueno



Nunca  tuve una bola de  cristal,
Nunca tuve una piedra de cristal,
Nunca reclamé saberlo todo.
Todo lo que sé
Es aquello que  he  conocido.
Pero sé que lo que tú y yo tuvimos
Nunca lo había tenido antes.
Pero si en verdad te tienes que ir,
Sé siempre un corazón bueno.

Escucho a los perros salvajes en la oscuridad,
Escucho el viento fuera en el bosque de pinos,
Pero no  hay ningún  viaje  que sea ni cerca ni lejos
Sin que  atraviese  mi mente .
El reflejo de  tus ojos me muestra una carretera
Que ya he transitado  antes
Pero si en verdad te tienes que ir,
Sé siempre un corazón bueno

No sé nada  del  lugar hacia donde vas,
Realmente  no me  importa.
Tienes  secretos que yo no conozco
Y yo tengo cicatrices que tú no puedes leer.
  que  tu pasado no queda demasiado atrás,
Siento como tu pasado llama a la puerta
Pero si en verdad te tienes que ir,
Sé siempre un corazón bueno

  que en cierta  manera  yo he  sido
Alguien con quien pasar  el tiempo,
Una parada  en tu camino
Como  tú lo has   sido en el mío
Pero aún así habría valido la pena
Toda la soledad que almacenamos
Pero si en verdad te tienes que ir,
Sé siempre un corazón bueno
Sé siempre un corazón bueno

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