domingo, 20 de octubre de 2019

THE GREATEST-CAT POWER



La cadencia era tranquila. El bajo se paseaba repartiendo paisajes que nos advertían del  riego de desolación. Parecía decirnos que nadie es tan fuerte , que el  castigo es una prerrogativa exclusiva de los Dioses .

Y que jugamos a  serlo con  la soberbia ignorante  de creernos portadores de la  verdad  absoluta, amparados por una  ley que hemos   hecho a  nuestra medida, únicamente para protegernos de nuestros miedos, de todo aquello que es  diferente.

Porque  la violencia es   el  sinónimo más vergonzoso de la debilidad , de ni siquiera  querer entender, del vacío más inóspito al que nos  arroja la  falta de humanidad  y de   ternura.

Ese  baio sin  voz  me  transporta  a  compartir su desdicha. Es  un ejercicio  saludable de  empatía que me impide ser un tirano.  No puedo ignorarlo cuando me  dice : - No eres tan fuerte







La mejor


Hubo un tiempo en que yo quería ser la mejor.
No habría ni viento ni cascadas de agua que me parasen.
Pero entonces llegaban las riadas.
Las estrellas, por la noche, te convierte en polvo.

Y me fundo
en un gran armadura negra.
Sin rastro alguno
de virtud,
tan sólo en tu honor.
Y bajo los pies a la tierra.
Ésa incompetente
echa un vistazo
buscando algún lugar en la ciudad
donde abastecerse de la falta de drogas.
Mi fé ha estado durmiendo.
Bajarme de las nubes.
Al final me agarraré al suelo que piso
para el desfile final.

Hubo un tiempo en que quería ser la mejor.
Con dos caras. Una pequeña y triste roca.
Cuando no podía explicar las cosas,
cualquier sentimiento
me baja los pies a la tierra.
Al final
me agarraré al suelo bajo los pies,
cuando haya escasez de drogas.
Mi fé ha estado durmiendo
hasta el desfile final.

Hubo un tiempo en que yo quería ser la mejor.
No habría ni viento ni cascadas de agua que me parasen.
Y entonces llegaron las riadas.
Las estrellas, por la noche, te convierte en polvo


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