Desfilan los tambores. Sus truenos destruyen mi intimidad y me pongo en sus manos. Delante , me enfrento a una pared tiroteada que no tiene ninguna intención de ser clemente.
Deja de un lado esa altivez con la que me amenazas. Fuiste algo cuando fuiste tú. Ahora eres sólo poder que tritura su cobardía para convertirla en crueldad.
Pero me da lo mismo. Aún quedan libros y canciones que me apoyan en secreto. Somos un ejercito de hermosos perdedores como dijo Cohen.
Me gustaría que te unieras a nosotros, en la magnífica caverna de sentimientos en la que se han convertido nuestros ojos cuando están al descubierto.
Es una lástima. Fuiste algo cuando los tuviste algo entreabiertos
Pd.- Hacia tiempo que una canción me decía tanto. Gracias Travis B.
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