martes, 31 de marzo de 2020

CUARENTA VI- PINKY IN THE DAYLIGHT- TINDERSTICKS


VI

La cuarentena era deliciosamente implacable para la vida. La luz  y el viento  se  saludaban en pequeños  remolinos  de arenilla con hojas,  las  ramas  armaban sus  coreografías  básicas , como un coro góspel patoso y desacompasado, cada una  a  su ritmo. El aire reivindicaba  su nobleza y se permitía el lujo de impregnarse  de los perfumes de una prematura primavera. Todo  iba bien  sin nosotros.

Pasaban diez  minutos de la diez  y era  la  hora del  segundo  cigarro. Supuso  que el  sol le permitiría no ponerse  la  bata, Salió al   balcón , la barandilla de  aluminio tenía  suficiente  calor como  para poderse arremangarse el pijama   hasta  la altura de los  codos  . Antes de  encenderlo se puso de  brazos  cruzados mirando la  calle . Pudo  haber pensado en ser testigo de un pillaje,  en bolas de polvo y espinas de otros oestes,   o en una  simple  conversación de  dos  abuelas  con los  carritos de la compra aparcados en la  acera , fijándose   que  en uno de ellos sobresalían  unas magníficas hojas de  apio…

Pero su pensamiento  fue  mucho más infantil.  Por  fin el sol podía  conocer a sus lunas  y estrellas . Se las presentó  con el  cariño y con la  dulzura que  sólo un par de amigos sabían que tenía. Pero ni los  amigos sabían que ella les consideraba  sus amigos.

Les dejó que se conocieran un  rato, con un protocolo pueril, reverencia a la nada  incluida.  Aquí , Sol, mis queridas lunas  y estrellas  te presentan sus  infinitos  respetos.

Nadie la  había  visto . Se  reincorporó , recogió el paquete de  tabaco  y el encendedor que   había dejado en el tendedero  y empezó a   fumar.

Esos  cigarrillos que se  proyectan con la faena  que se debe  hacer de inmediato no sientan  nada  bien . El placer  sólo debe mezclarse con el placer  o con esa ilusión de poder  saborearlo alguna  vez, o dejar que la libertad  sea sinónimo de  belleza, vulnerable  al  roce, predispuesta  a la  rendición.

Lo apagó cuando  aún le  quedaban cuatro o cinco  caladas. Sabía  que  debía  dejarlo, pero a la  vez  le  importaba  relativamente  poco su salud. Deseaba  tener  placer, pero   hasta  entonces  sólo  lo había   concebido como  el pago de algún tipo de recompensa





PINKY IN THE DAYLIGHT

Con tu un pedazo de tu labio
y de tus uñas también
Tu cabello recogido y cayendo
Con los codos extendidos
Sigo la forma de tu frente
Y hay un nuevo tipo de belleza.
Que nunca he visto antes
En el parpadeo de una vela
La pintura en mi pincel

Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)
Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)

Plateado a la luz de la luna
Como el anochecer en el mar
Estoy parado en tu costa
Un océano a mis pies
Y en ese momento estoy listo
Soy humilde y soy libre
Y puedo sentir todos esos colores, cariño
Vuelve a mí

Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)
Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)

Y en esos tiempos cuando estaba cegado
Los colores se desvanecieron
Blanqueado por mi propia tristeza
Me estaba deslizando en el gris
Pero ahora lo veo

Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)
Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)

Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si, te amo
(Si, te amo)
Pinky a la luz del día
Carmesí en la noche
Si te amo
(Si, te amo)

Si, te amo
Si el te ama


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