AMÉN
Dímelo de nuevo cuando haya estado en el río
Y haya saciado mi sed.
Dímelo otra vez cuando estemos solos y yo esté escuchando,
Escuchando tan atentamente que me duela.
Dímelo otra vez cuando esté despejado y sobrio,
Dímelo otra vez cuando haya visto a través del horror.
Dímelo de nuevo,
Dímelo una y otra vez,
Dime entonces lo que quieres de mí.
Amén, Amén, Amén... Amén.
Dímelo de nuevo cuando las víctimas estén cantando
Y se hayan restaurado las leyes del arrepentimiento.
Dime otra vez que sabes lo que estoy pensando,
Pero que la venganza pertenece al Señor.
Dímelo otra vez cuando esté despejado y sobrio,
Dímelo otra vez cuando haya visto a través del horror,
Dímelo de nuevo,
Dímelo una y otra vez,
Dime entonces lo que quieres de mí.
Amén, Amén, Amén... Amén.
Dímelo de nuevo cuando el día haya sido rescatado
Y la noche no tenga derecho a comenzar.
Inténtalo otra vez cuando los ángeles estén jadeando
Y arañando la puerta para entrar.
Dímelo otra vez cuando esté despejado y sobrio,
Dímelo otra vez cuando haya visto a través del horror,
Dímelo de nuevo,
Dímelo una y otra vez,
Dime entonces lo que quieres de mí.
Amén, Amén, Amén... Amén.
Dímelo otra vez cuando la suciedad del carnicero
Se lave en la sangre del cordero.
Dímelo otra vez cuando el resto de la cultura
Haya pasado por el ojo del camello. (*)
Dímelo otra vez cuando esté despejado y sobrio,
Dímelo otra vez cuando haya visto a través del horror,
Dímelo de nuevo,
Dímelo una y otra vez,
Dime entonces lo que quieres de mí.
Amén, Amén, Amén... Amén.
Nota: Traducció presa del “leonardcohenforum.com “
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